Le sacamos los colores al candidato

Sebastián censura a los internautas en su propia web

El candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid admite en su web toda clase de preguntas excepto una: ¿Va a dimitir por las sospechas de que filtró documentos para tumbar al presidente del BBVA? Un periodista de elmanifiesto.com, camuflado como “Preguntón”, le hizo la pregunta pero Sebastián ni siquiera se dignó publicarla en la web. Sebastián censura a los internautas.

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Carril bici para Madrid, transporte gratuito para jóvenes, coste de vivienda… Usted puede preguntar lo que quiera al candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid escribiendo directamente a su web www.miguelsebastian.es. Pero si se le ocurre averiguar por qué no hay en la web ninguna pregunta sobre el escándalo de la CNMV y qué hay de verdad en las acusaciones de que Sebastián filtró documentos para tumbar al presidente del BBVA, entonces ni siquiera verá reflejada su pregunta. Un periodista de Elmanifiesto.com camuflado con el nick de “Preguntón” le presentó la siguiente cuestión: ¿Por qué no se habla en la web del escándalo de la CNMV? ¿Está censurando a los internautas? ¿Va a dimitir?  

Sin respuesta, a pesar de que la pregunta se hizo en dos ocasiones y de que el sistema resaltó que la cuestión se había recibido correctamente en la web. Las preguntas que le gustaría responder al candidato socialista se refieren al Pau de Carabanchel que construye Gallardón, si seguirá manteniendo a generales franquistas en el callejero, o si San Blas va a contar con un hospital, que ya es hora.

En cualquier país eso se llama censura. Miguel Sebastián o su equipo censuran las preguntas que tengan que ver con lo que todo el mundo está hablando en estos días: si es verdad que filtró interesadamente documentos a través del vicepresidente de la CNMV para dañar la imagen del presidente de BBVA. 

Al menos de eso le acusa Manuel Conthe, quien dimitió hace unas semanas como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el supervisor de las Bolsas, al sentirse presionado por la Oficina Económica del Gobierno en tiempos de Sebastián y de su sucesor, David Taguas. Conthe dijo claramente esta semana, que el vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, le llamó urgentemente hace más de dos años para decirle que tenía un documento importantísimo en las manos. El documento era un dossier en el que supuestamente se hallaban indicios de malversación en la venta de una agencia de valores a un banco de inversión americano llamado Merrill Lynch. La agencia era la más poderosa de España, FG, iniciales de Francisco González, que antes de ser presidente de BBVA y de Argentaria (nombrado por el PP), vendió su agencia de valores a Merrill Lynch. Tras venderla, los norteamericanos encontraron supuestamente unos agujeros contables y se negaron a pagar la cantidad convenida. A final, se quedaron con parte del negocio de FG.

El origen de la historia 

En el encuentro doméstico de Conthe con Arenillas, éste le mostró ese dossier y le dijo que le había venido directamente de la Oficina Económica del Gobierno. Eso era lo mismo que decir que le venía de parte de Miguel Sebastián. De hecho, Arenillas fue llamado al Palacio de la Moncloa, donde está la oficina Económica en aquellas fechas, para recibir el dossier contra González de manos de ¿Sebastián? Era lo lógico, porque era el máximo responsable. ¿Por qué tenía esa manía Sebastián a González? Porque había sido su jefe y porque le había echado. En 2004, Miguel Sebastián era director del prestigioso Servicio de Estudios del BBVA. Pero sus informes disgustaban al Gobierno de entonces (el PP), porque eran manifiestamente prosocialistas y porque criticaban la política económica del PP.

Rodrigo Rato, vicepresidente económico, incluso llegó a decir que el PSOE había encargado su programa económico a un banco de derechas. Al final, Francisco González expulsó del banco a Sebastián y éste, al parecer, no olvidó la jugada. Por eso, cuando ascendió al cargo de jefe de la oficina Económica de Zapatero, su asesor directo en materia económica, tramó la venganza filtrando documentos contra su antiguo patrón. Hasta Solbes, ministro de Economía, reconoció esta semana en Bruselas que esos papeles salieron de La Moncloa, aunque luego trató de sacar la pata, retirando sus palabras. 

Lo cierto es que a pocos días de que se celebren las elecciones municipales, el candidato socialista, al que nadie conocía en la capital, se está haciendo famoso pero no por su simpatía personal ni por su audaz programa, sino porque todo indica de que es el artífice de una conspiración gestada hace varios años para derribar al presidente del segundo banco de este país. El PP ha aprovechado el momento político para apuntar todos sus cañones contra Sebastián. Ya ha presentado una denuncia contra el vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, y el ex director de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias y acusación y denuncia falsa en relación con el caso FG Valores. La denuncia, presentada los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid, afirma que Sebastián y Arenillas diseñaron una “operación para desacreditar y dañar la imagen del presidente del BBVA, Francisco González”. En círculos políticos se habla de que Sebastián presente la dimisión y retire su candidatura.

Sebastián dijo en un barrio del norte de Madrid que “no he elaborado ni difundido ningún informe”. Pero si sus palabras contienen la misma dosis de verdad que su web, los madrileños tienen motivos para dudar de sus palabras. Si no, que prueben a hacerle la pregunta en su web.

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