Cuchillos largos en el socialismo madrileño

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CARLOS SALAS

Sebasián no se ha ido solo. Otros le han empujado. Su candidatura fue una imposición de Zapatero al socialismo madrileño. Ahora los socialistas de la capital se toman su venganza. 

Lo que parece que va a suceder ahora en el Partido Socialista es una guerra abierta entre zapateristas y guerristas. Los segundos están un poco hartos de la estrategia condescendiente de Zapatero con el terrorismo y con el nacionalismo. También critican a la nueva “beautiful people” del socialismo, como Sebastián o Carlos Arenillas, que hacen negocios con empresas y con el poder, que son ricachones, y que les encanta comer en restaurantes de cinco tenedores. 

La prueba es que el PSOE perdió en distritos del sur, tradicionalmente de izquierdas, como Usera, Vicálvaro, Villaverde y San Blas, donde el PP obtuvo la mayoría. El PSOE sólo mantuvo Puente y Villa de Vallecas. Y encima, el PP ganó en los distritos que organizaron las mayores manifestaciones contra el actual alcalde por su manía de plantar más parquímetros que árboles: Fuencarral-El Pardo, Carabanchel y Hortaleza. 

Por cierto: el PP también ganó en Chueca, el feudo del “movimiento gay” en Madrid, a pesar de la ruidosa política pro lobby gay de Zapatero. Es evidente que algo está fallando en el socialismo madrileño.

Sebastián volverá a su puesto de profesor de la Universidad Complutense.

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