¡Siempre nos sorprenderá la naturaleza!

Siempre nos sorprenderá... y nos maravillará, nos arrebatará. Hermosa como si fuera una obra de arte. ¿Como si fuera?... No, como la obra de arte que la naturaleza es. ¿Quién imita a quién, en realidad? ¿Imita el arte a la naturaleza? ¿O es ésta la que imita al arte? Mil veces se lo han preguntado artistas y filósofos. ¿Y si nada imitara a nada? Para imitar, uno de los dos términos ha de ser primero, fundador. Y no, en el mundo no hay fundamento alguno. Dejémonos de preeminencias y primacías. Es en el seno de un mismo encuentro donde tanto el arte como la naturaleza, abriéndose, nos ponen frente a todo el enigma --"belleza" se llama-- de lo que es.

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Siempre nos sorprenderá... y nos maravillará, nos arrebatará. Hermosa como si fuera una obra de arte. ¿Como si fuera?... No, como la obra de arte que la naturaleza es. ¿Quién imita a quién, en realidad? ¿Imita el arte a la naturaleza? ¿O es ésta la que imita al arte? Mil veces se lo han preguntado artistas y filósofos. ¿Y si nada imitara a nada? Para imitar, uno de los dos términos ha de ser primero, fundador. Y no, en el mundo no hay fundamento alguno. Dejémonos de preeminencias y primacías. Es en el seno de un mismo encuentro donde tanto el arte como la naturaleza, abriéndose, nos ponen frente a todo el enigma --"belleza" se llama-- de lo que es.

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