Las desdichas de los Borbones en el trono de España. Y las de ésta…

Alfonso de Borbón, el príncipe que no podía jugar

Compartir en:

  

La reina Victoria I de Inglaterra fue conocida como la abuela de Europa, pues su casa suministró príncipes y princesas a casi todas las dinastías europeas de la época. Pero en su sangre había una enfermedad letal: la hemofilia. Ésta se contagió a los Romanov de Rusia y a los Borbones de España. Uno de los afectados fue Alfonso de Borbón y Battenberg, pese a lo cual su padre, Alfonso XIII, se empeñó en nombrar heredero. José María Zavala es el autor de una biografía sobre este desdichado príncipe.
 
Alfonso de Borbón y Battenberg nació con la terrible enfermedad de la hemofilia, que le transmitió su madre, la reina Victoria Eugenia de Battenberg. Su padre se negó a aceptar su defecto y le designó como príncipe de Asturias, a un muchacho al que el retroceso de una escopeta de caza hinchaba el hombro. Cuando se proclamó la República, su padre le abandonó, como a toda su familia, y él tuvo que salir del Palacio Real en camilla al día siguiente. Apenas pudo asomarse en las estaciones para despedirse de los españoles.
 
Representó para los supersticiosos una maldición caída sobre los Borbones. Como cuentan el general Emilio Mola en sus memorias y Agustín de Foxá en Madrid, de corte a checa, el populacho decía que todos los días se mataba a un soldado para dar a beber al príncipe su sangre.
 
Y mientras el zar de Rusia Nicolás II estaba dispuesto a sacrificarse por su hijo, el zarevich Alejandro, también enfermo de hemofilia, Alfonso XIII despojó a su heredero del rango que le había otorgado. Su hermano Jaime, sordomudo, también fue apartado con la excusa de los matrimonios morganáticos, para dejar paso libre al único varón sano: el infante Juan.
 
El ex príncipe se casó con una cubana, Edelmira Sampedro (1906-1994), en 1933, de la que se divorció en 1937. En 1938, a los 31 años de edad, el heredero de la corona de España murió solo en Miami, “como un perro”. Ese mismo año, en enero, había nacido en Roma su sobrino Juan Carlos de Borbón de su hermano Juan, el nuevo favorito de su padre.
 

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar