"Trajeron putas a Eleusis", cantaba Ezra Pound
antes de que los americanos lo encerraran por loco

Quieren obligar a Grecia a vender nuestro patrimonio artístico

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Sí, nuestro patrimonio. El de todos. El tuyo y el mío (que sólo si se te dice así te sientes tú concernido). No sólo el patrimonio de Grecia. El patrimonio en el que está inscrito el origen, el ser y el sentido de Europa.
Se me pusieron los pelos de punta, un estremecimiento me recorrió el espinazo al leer el otro día la noticia en el periódico El Mundo. Informaba de que, para resarcirse de la deuda contraída por Grecia, Alemania estudia obligar al país heleno a vender su patrimonio artístico. Es decir, el nuestro. Repito: el tuyo y el mío, que sintiéndote así más concernido, vas quizás a levantar la vista.
Según explicaba dicho periódico, el presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo (que nada tiene que ver con los bichos así denominados) ha propuesto como alternativa a una eventual quita de la deuda griega que Atenas transfiera parte de su rico patrimonio nacional al fondo de rescate europeo, el cual podría a su vez venderlo y hacer que de esta forma Grecia saldara su enorme deuda.
¿Incluida la Acrópolis, incluido el Partenón?
En una entrevista publicada por el diario Westdeutsch Allgemeine Zeitung, el jefe de los magnates alemanes no concretaba si en el patrimonio cultural cuya confiscación estudia se encuentra también la Acrópolis, incluido el Partenón, el gran  templo de Atenea, la de los ojos garzos. Lo que sí criticaba vigorosamente el susodicho Grillo eran las reservas de Atenas a desprenderse de bienes artísticos para sanear sus cuentas públicas.
La cosa no se limita a Grecia. ¿Nos obligarán un día a vender El Escorial?
A juicio del tal Grillo, seguía contando El Mundo, las privatizaciones deberían ser un instrumento de aplicación general para solventar la deuda no sólo en Grecia, sino también en el resto de los países del euro.
“Cada Estado miembro de la unión monetaria que atraviese dificultades financieras —ha declarado el siniestro personaje— debería tener la posibilidad de transferir patrimonio estatal al Mecanismo de Estabilidad Europeo (ESM)” y solicitar así una condonación parcial de su deuda.
Da igual que no se concrete la amenaza. Basta con que se les haya ocurrido

Es posible que la cosa acabe en agua de borrajas. Es posible (pero no se sabe nunca…) que no lleguemos a ver  a obreros alemanes desmontando las columnas del Partenón para llevárselas a un museo de Berlín de modo parecido a como los ingleses desmontaron sus frisos en el siglo XIX para llevárselos al British Museum. Además, en caso de que llegaran  mancillar la tierra sagrada de Grecia (pero ¿qué saben éstos lo que sea Grecia y lo que sea una tierra sagrada?), hoy tampoco lo harían para llevarse columnas, estatuas y capitales a un museo, sino para vendérselas al mejor postor. Pero da igual lo que hagan lo que hagan o dejen de hacer. El mero hecho de que mercaderes y traficantes de dinero hayan podido pensar de nuevo en “traer putas a Eleusis”, en meter sus sucias pezuñas sobre los sagrados templos de nuestro origen y de nuestro ser —palabras que, en su ignorancia, ni siquiera comprenden— es suficiente para escupir a la cara de estos miserables. 

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