Estepaís (como lo llaman los de la Casta) no tiene remedio. O no lo parece. De nada habrá servido el tremendo estallido de la burbuja inmobiliaria. Ninguna lección se habrá sacado de la Crisis de la que, aunque nadie lo palpa en el bolsillo, dicen que se empieza a salir. Basta que aparezcan, según las estadísticas, algunos brotes verdes, y ya vuelven los especuladores a las andadas.
Pero lo peor no es esto. Lo peor es que no sólo nadie les para, sino que nadie se escandaliza, nadie pone el grito en el cielo. Al contrario, todo son parabienes ante la increíble noticia: se ha reanudado con enorme impulso —¡y no cualquiera, oigan!, ¡el mayor de toda Europa!— la construcción inmobiliaria en España. Se ha reanudado… mientras ahí siguen, cubiertos cada día con más polvo y telarañas, los espectros: esos tres o seis (da igual) millones de pisos (¿cuántos se habrán podido vender estos años en que cada mes disminuían las ventas inmobiliarias?), todas esas delirantes metrópolis de cadáveres que se han levantado no para vivir, sino para morir.
O lo que es lo mismo: para especular, para codiciar, para capitalizar: que eso, amigos, es el capitalismo. El peor, el financiero, el especulativo, el exclusivamente usurero. El capitalismo que ya ni siquiera produce cosas, el capitalismo que ya sólo trafica viento.
Veamos los datos que la prensa difunde con enorme regocijo.
España se ha convertido en el país europeo en el que más crece la construcción (un 42,4% interanual). Tras España se han situado Eslovenia (+41,8%), Hungría (+28,7%) y Polonia (+6,8%). Y en el polo opuesto, las mayores caídas con respecto al mes de mayo de 2013 se registraron en Rumanía (-10,3%), Portugal (-10,2%), Países Bajos (-4%) y Alemania (-2,5%).
España mantiene de este modo la tendencia que inició en marzo, cuando registró el tercer mayor incremento interanual de la Unión (19,1%) y que reafirmó en abril con una subida del 53,4%, muy por encima del ritmo de crecimiento medio de la construcción en Europa.
En tasa intermensual (datos de mayo respecto a abril), la construcción española también arrojó un dato positivo, una escalada de la actividad del 1%. Mínima, pero que contrasta con el -1,5% de la Eurozona y el -1,6% de la UE. Por países, España fue el cuarto en el que más creció la activiad en tasa intertrimestral.
Entre los países cuyos datos están disponibles para mayo de 2014, los avances intermensuales más importantes se produjeron en Hungría (+2,3%), Bulgaria (+1,7%) y Eslovaquia (+1,6%), por delante de España. Mientras que los descensos más pronunciados tuvieron lugar en Alemania (-4,9%), Polonia (-3,9%), Eslovenia (-3,7%) y República Checa (-3,6%).
Colofón.- Una sola nota positiva: la gente, por una vez, no se deja engatusar. Basta ver los comentarios publicados en cualquiera de las múltiples noticias aparecidas. En casi todos se expresa el desconcierto y el horror ante tal salvajada. No siempre la opinión pública es manipulada y amaestrada por la publicada. ¡Vergüenza de periodistas!
