443 años después la Cataluña gloriosa de Lepanto reniega de la gesta y de España

El 7 de octubre de 1571 vencimos al Turco. Cataluña se volcó

"Naus d´Espanya sempre avant" ("Naves de España siempre adelante"), cantaba en siglo XIX el gran poeta catalán Mossèn Cinto Verdaguer.

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Catalunya, Catalunya, prou te’n pots ben alabar” (“Cataluña, Cataluña, bien te puedes vanagloriar”), cantaba el poeta. De lo que se puede vanagloriar Cataluña
es de la victoria obtenida en la gran batalla de Lepanto y en la que jugó un destacadísimo papel. Recordemos los hechos (o expliquémoslos a quienes nadie se los ha explicado. En ninguna escuela de Cataluña, por supuesto. Pero tampoco en ninguna escuela del resto de España…).
En el siglo XVI el Turco, que había conquistado Constantinopla en 1453, amenazaba con invadir toda Europa. Más o menos como sucede hoy con el Estado Islámico y sus yihadistas, salvo que aquel imperio estaba mucho más consolidado (ya se había adueñado de una parte de nuestras tierras) que los actuales terroristas. Ante la amenaza, el Papa llamó a la defensa de Europa (de “la Cristiandad”, en términos de la época), y España, habiendo tomado el liderazgo de la escuadra combinada, venció a los turcos el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, situado entre el Peloponeso y la Grecia continental.
Cataluña se volcó. Centenares de catalanes participaron en la batalla (Montserrat  Guardiola, Ferran Sanoquera, Enric de Cardona, Dimas de Boixadors y un largo etcétera). En Barcelona se construyó la Nave Real, y desde Barcelona zarpó la Armada. Juan de Cardona mandaba la escuadra de descubierta. Luis de Requesens, de Molins de Rey, fue lugarteniente de Juan de Austria en la batalla de Lepanto. Él escoltaba su galera Real. Cuando los turcos asaltaron la Real, fue Requesens quien cambió la situación, tomando la nave Sultana de la armada turca; su pabellón se halla en la iglesia de Sant Feliu de Guíxols, pues 80 marineros del pueblo participaron en la batalla. El capitán Camisó mató al almirante otomano Alí Pachá.
Así lo recuerdaVerdaguer en célebres versos que reproducimos en la lengua en que los escribió a fin de dar fe del profundo sentimiento catalano-español de este periódico:
A arrencar la Creu d´Europa
véne quatre-cents naus;
si avui no escona la Lluna,
què en vol fer Deu de sos llamps?
Millor llamps li sou vosaltres,
naus d´Espanya, sempre avant;
al topar-se Europa i Asia,
una o altra al fons del mar.
(…)
Catalunya, Catalunya,
prou te’n pots ben alabar,
que al Rey moro de l’armada
un teu fill li llevá’l cap;
per çò sa llántia de plata
n’es promesa a Montserrat,
la gran llántia del Rey moro
que may l’han vista cremar,
i per çò tens, Barcelona,
lo Sant Cristo de Lepant.

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