El "lenguaje de la diversidad" hace estragos

¡Qué difícil se está poniendo hablar sin parecer racista!

Cada vez se está poniendo más difícil hablar sin parecer racista. Numerosas expresiones, incluida la propia palabra “raza”, han entrado en el catálogo de lo prohibido. En su lugar se impone un “lenguaje de la diversidad”, políticamente correcto, que sin embargo la gente no se termina de creer. Eso ha descubierto un estudio de la Universidad de Minneapolis, en Estados Unidos: todo el mundo habla bien de la “diversidad cultural”, pero también todo el mundo la teme. Ahora, mire usted alrededor y piense qué pasa en España.

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Una nueva investigación que ha llevado a cabo el departamento de sociología de la Universidad de Minneapolis (Minnesota, Estados Unidos) dice que los americanos se muestran por lo general positivos, e incluso optimistas, cuando se les pregunta por la palabra “diversidad”. Sin embargo, tienen problemas para dar su definición sobre ella y tampoco consiguen poner ejemplos de “diversidad” en la vida real. El deseo de no parecer racistas hace que se utilice el típico lenguaje de la multiculturalidad cuando se habla sobre temas espinosos como la raza. Los investigadores han concluido que este es el lenguaje de lo políticamente correcto, de tono optimista, que busca evitar problemas y en el que todo el mundo tiene su lugar y es bienvenido.

Los resultados de este estudio se han obtenido mediante una encuesta telefónica realizada a más de 2.000 hogares en todo el país. Las entrevistas se han hecho a adultos de todo tipo de procedencia y formación en Atlanta, Boston, Los Angeles y Minneapolis/Saint Paul. La duración total de las mismas ha sido de ciento cincuenta horas. La encuesta concluyó que la mayoría de los americanos –sin tener en cuenta la raza, la clase social o el género- valoran la diversidad. Sin embargo, sus respuestas también han mostrado ciertas contradicciones entre los valores individuales que cada cual proclama y el miedo a que la desunión cultural pueda amenazar la estabilidad del país. 

“El debate público que divide a la gente entre los contrarios a la inmigración y los políticamente correctos, hace que muchos americanos den por hecho que existe una gran división en el país: los que valorar la diversidad y los que la rechazan”, dijo Doug Hartmann, profesor adjunto de sociología que ha dirigido este estudio junto con el licenciado Joyce Bell. “El hecho es que la mayoría de los americanos valoran el término, pero lo ven como un beneficio con un coste potencial: la desunión cultural y la inestabilidad social”.

Esta investigación también ha demostrado que los americanos usan un gran número de tópicos cuando hablan de la diversidad. “El típico tema de la raza se evita en las conversaciones educadas”, dijo Bell. “A todas las personas que entrevistamos –que eran de distintas razas, afiliaciones políticas y nivel cultural- les costaba explicar cuáles eran las injusticias ligadas a la diversidad en EE.UU.” 

Esta investigación será publicada en el próximo número de la American Sociological Review y es parte del “Proyecto Mosaico” que está llevando a cabo el departamento de sociología de la Universidad de Minneapolis. Este proyecto, financiado por la Fundación de la Familia de David Edelstein, estudia la raza, la religión y la diversidad cultural en EE.UU. en la época actual.

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