Es el padre del primer ministro finlandés

Un profesor de Políticas asegura que África es pobre por la corta inteligencia de los africanos

La vida del venerable profesor emérito Tatu Vanhanen, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Tampere, era apacible hasta que se le ha ocurrido poner en relación el cociente intelectual con el grado de desarrollo social: “La pobreza de África no es culpa del hombre blanco –sostiene Vanhanen-. Mientras el cociente intelectual de los finlandeses es de 97, en África oscila entre 60 y 70. La diferencia en inteligencia es el factor determinante que explica la pobreza”. ¿Un ejemplo más de provocación políticamente incorrecta? Sí, pero ocurre que Tatu Vanhanen es padre del actual primer ministro de Finlandia, Matti Vanhanen. Y se ha liado la mundial.

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Determinados temas son demasiados espinosos como para ser mencionados en público. Un ejemplo es el del Profesor Tatu Vanhanen, el padre del Primer Ministro finlandés Matti Vanhanen, y antiguo profesor de ciencias políticas en la Universidad de Tampere, quien en declaraciones a la revista mensual Kuukausiliite, el suplemento del periódico finlandés Helsingen Sanomat, dijo: “La pobreza de África no es culpa del hombre blanco. Mientras el cociente intelectual (IQ) de los finlandeses es de 97, en África oscila entre 60 y 70. La diferencia en inteligencia es el factor determinante que explica la pobreza. No sería mala idea que los europeos, americanos y asiáticos ocuparan puestos económicos importantes en los países africanos. Sólo ellos son capaces de crear prosperidad. La evolución ha hecho que los europeos seamos más inteligentes que los africanos” (Helsingen Sanomat, 22 de julio del 2007). Tatu Vanhanen dijo también que estaba a favor de la solidaridad económica con los países más desfavorecidos y que esperaba que los inmigrantes se casaran con finlandeses y, a la larga, se acabaran asimilando con la población. 

Los reproches no tardaron en llegar. La Oficina Nacional de Investigación está considerando abrir una investigación criminal por los comentarios realizados por el profesor emérito Tatu Vanhanen. Jari Liujju, líder de esta organización, dice que la policía está investigando si sus palabras constituyen incitación pública contra un grupo nacional, lo cual es un crimen según las leyes finlandesas. “Es la primera vez que esto ocurre y no hay precedentes. Queremos estudiar casos internacionales antes de tomar cualquier decisión”, dijo Liujju.

¿Incitación al racismo? 

El Defensor del Pueblo de Finlandia, Mikko Puumalainen, espera se tomen medidas porque sostiene que, aunque la libertad de expresión es un derecho fundamental en Finlandia, es ilimitado. La Liga Finlandesa por los Derechos Humanos teme que las palabras de Vanhanen agraven el racismo que ya están experimentando los inmigrantes y las minorías étnicas de Finlandia. “Estas declaraciones pueden dar alas y fortalecer a los movimientos de extrema derecha” dijo Aysu Shakir, el encargado de uno de los proyectos de esta Liga. Shakir dice que ha notado que tras la publicación de las palabras del padre del Primer Ministro los foros de Internet están llenos de comentarios realizados por miembros de grupos de extrema derecha e individuos que “juran en el nombre de Vanhanen.”

Los datos ofrecidos por Vanhanen, sin embargo, no se pueden contradecir. El profesor Philippe Rushton de la Universidad de Ontario del Oeste ha revisado más de cien estudios sobre IQ realizados hace un siglo y se ha desplazado hasta África para verificar los resultados. Tras un concienzudo estudio sostiene que el IQ medio de los negros en África es 70 mientras que el de los blancos del Norte de África llega a 100. “Con un 70 un africano medio es como un niño de doce años”, dice el profesor Rushton. “Aunque tiene capacidad para sobrevivir, no suele tener la habilidad de hacer planes que se traduzcan en ganancias a largo plazo aunque no reciban gratificación inmediata.” 

Estos razonamientos ponen en duda el valor real de los programas de ayuda extranjeros. También ayudarían a explicar por qué no han fructificado los miles de millones de dólares enviados a África en forma de ayudas durante los últimas cuatro décadas.

El primer ministro Matti Vanhanen dijo que lamentaba la controversia que habían provocado las palabras de su padre. “Para mí lo que ha ocurrido es más un hecho triste que una carga”, dijo Matti. También dijo estar seguro de que el motivo de la controversia no era el contenido de las declaraciones, sino su autor, es decir, su padre. Cuando le preguntaron si sentía la necesidad de distanciarse de los puntos de vista de Vanhanen dijo que no tenía intención de abrir un debate público sobre esta cuestión con su progenitor.

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