Vuelve el Justiciero

¡Qué cruz! Es como una de esas moscas testarudas que, por mucho que las espantes, siguen dando la tabarra. Fue juez y dejó de serlo, pero su verdadera vocación es la de prestidigitador del circo de Manolita Chen.

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Tenemos dos Garzones... ¡Ya es mala pata! A Garzón 
junior, con su carita de niño que acaba de hacer la primera comunión y nunca ha metido el dedo en el tarro de la mermelada, pronto lo devorará el silencio del que nunca debería haber salido. Gajes de haberse sumado, traición mediante, a una merendola populista de la que en las próximas elecciones no quedarán ni los platos sucios. Sería ése motivo más que suficiente para que Sus Señorías volviesen a hacer novillos. Formo parte de la inmensa minoría juanramoniana de españoles encantados con la falta de gobierno. Así, por lo menos, nadie legisla y todos somos más libres. ¡Si la interinidad se prolongase! Pero eso es sólo un sueño de estas noches de verano. En cuanto a Garzón senior... ¡Qué cruz! Es como una de esas moscas testarudas que, por mucho que las espantes, siguen dando la tabarra. Fue juez y dejó de serlo, pero su verdadera vocación es la de prestidigitador del circo de Manolita Chen que saca de su birrete palomas comunistas de la paz de los cementerios y la de pokémon de los tribunales que una y otra vez extrae de sus raídas puñetas naipes marcados. Su última ocurrencia ha sido la de pedir al Supremo que se exhumen e identifiquen las treinta y tres mil personas yacentes en el Valle de los Caídos para reconvertir éste en un Espacio de Memoria (sic) y rendir inútil e imposible homenaje ´a quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura´. ¿No es un delito profanar tumbas? Huelga aclarar que los monstruosos gastos de tamaña ceremonia de vudú correrían a cargo de los contribuyentes, nacidos casi todos con posterioridad al 18 de julio del 36 y, por ello, libres de culpas en lo que atañe a las consecuencias de un alzamiento reclamado y jaleado entonces por media España. Pide, además, el demandante que se muevan a otra tumba los restos del César Visionario (el mote es de Umbral) y los del fundador de la Falange. Sea usted congruente, picapleitos. ¿Acaso no padeció José Antonio persecución y violencia durante la guerra civil? Hay que ser muy cínico para negar eso.Quousque tandem abutere, Garzo, patientia nostra? Ande, váyase a Egipto, presente allí demanda de destrucción de la Gran Pirámide para honrar la memoria de quienes la construyeron a golpe de látigo esgrimido por los capataces de Keops y déjenos aquí descansar en paz -comienza agosto- a los vivos y a los muertos.
© El Mundo

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