Hasta aquí hemos llegado

No os merecéis a Castilla

No me insultéis más ni a mí ni a mi tierra. No insultéis a mis abuelos, no insultéis a mis ancestros. No insultéis a Cervantes, a Delibes, a Teresa de Ávila…

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El Blog magnificomargarito.com ha publicado este artículo, que ha comenzado a circular abundantemente por las redes sociales y que por su interés reproducimos seguidamente.


Hasta aquí hemos llegado.

No me insultéis más ni a mí ni a mi tierra. No insultéis a mis abuelos, no insultéis a mis ancestros. No insultéis a Cervantes, a Delibes, a Teresa de Ávila, al iusnaturalismo del que nacen los derechos humanos, a Juan de Padilla, a Juan de Austria… No insultéis más a una tierra que con su concepto del hombre cambió para siempre el destino de la humanidad. ¿O qué cojones os creíais que somos? ¿Quien os ha utilizado para pensaros mejores que nosotros? ¿Exactamente por qué motivo nos odiáis? ¿En qué sois diferentes? ¿Qué pensaríais de vosotros mismos si en toda América se hablara catalán? ¿Qué pensaríais si vuestras leyes supusieran el germen de las libertades de todo el mundo? ¿Exactamente en qué os creeis mejores que Castilla?

Os lo diré. Vosotros, los de las algaradas en las calles de Cataluña, representáis lo más oscuro, lo retrógrado y lo patético frente a una historia de grandeza, heroísmo, democracia y libertad que representa el país del que sois parte: España. Pretendéis acabar con el progreso, con la libertad y con la luz para arrojaros de modo suicida hacia el pasado, hacia el salvajismo. […] Sois una panda de niñatos incultos y paletos que pretendéis hacer una revolución con iPhones mientras en Castilla mis paisanos se parten el lomo en tierras llena de adobe, polvo y pobreza para que vosotros podáis insultarnos con un porro en la mano.

Sois un rebaño, siento lástima y cuando despertéis de este sueño, de esta borrachera de vaso de plástico y piercing de hoz y martillo vais a pasar una larga temporada abochornados por la vergüenza, el ridículo y el espanto que estáis sembrando ante la mirada atónita de vuestros hijos, a los que estáis llenando de odio. Despertad, aunque solo sea por ellos.

Odiáis a España porque odiáis a Castilla, y la odiáis porque no os la merecéis. Estáis insultando a una tierra que ha derramado sangre para que hoy vosotros podáis ser libres. Estáis insultado esfuerzos que jamás comprenderíais. Si solamente alguien os hubiera contado los sacrificios históricos de Castilla, la generosidad de una tierra que junto a otras se diluye para crear España, para crear algo superior, una unidad histórica, un destino, una de las naciones más grandes de la historia, para dar al resto de reinos de la península las leyes y los frutos de su grandeza…

Si supierais lo que supuso para esta tierra hacer una reconquista prácticamente solos, si supierais lo que supuso atravesar un océano hacia el fin del mundo y llevar ley y dignidad a todo un continente, si supierais lo que los jesuitas y otras órdenes han hecho para dar esperanza en los cinco continentes, si supierais el estado de pobreza extrema de nuestros pueblos, si supierais que aquí solo dejaron adobe mientras llenaron Austria de mármol…Si supierais que nos estamos muriendo mientras vosotros, los pijos, queréis abandonar a su suerte a nuestros mayores…

Porque eso es lo que queréis. Cortar la solidaridad entre hermanos. Pero no vais a conseguirlo jamás. Vais a perder. No, no podéis votar. Por supuesto que no se puede votar, por ejemplo, si matamos o no a los niños pelirrojos, si apartamos a los judíos, si flagelamos a las adúlteras. No podemos decidir ciertas cosas. La democracia no es votar, paletos. La democracia es entre otras cosas, garantizar que los bárbaros no podáis votar acabar con la igualdad o con la libertad. Y eso es lo que va a seguir pasando, que España va a defenderos de vosotros mismos, de los que os tratan como rebaño. Por supuesto que vais a perder. Espero que podamos ayudaros a garantizar la libertad y el progreso llenando las cárceles de fascistas y criminales. Si por mi fuera, iba a pasar mucho tiempo hasta que os perdonemos.

Pero lo acabaremos haciendo. Como siempre.

 

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