Mi reputación

Este texto, atribuido en las Redes Sociales a Arturo Pérez-Reverte, no es de él. Pero podría serlo.

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Este texto, atribuido en las Redes Sociales a Arturo Pérez-Reverte, no es de él. Pero podría serlo. Ahí va, deseando a todos nuestros lectores y amigos un feliz 2017, con la esperanza de que este nuevo año, tan preñado de esperanzas, las cumpla en parte considerable y haga aumentar de tal modo nuestra mala reputación.


En los últimos tiempos mi vida se complica.
No obstante, agradezco a todos mis amigos que todavía se atrevan a relacionarse conmigo, a pesar de todos mis defectos.
* Nací blanco, lo que hace de mi un racista.
* No voto a la izquierda, lo que hace de mi un fascista.
* Soy cristiano, lo que hace de mí un perro engañado (segun los moros).
* Yo reflexiono sin creerme todo lo que la prensa me dice, lo que me hace un peligroso reaccionario.
* Valoro mi identidad y mi cultura, lo que hace de mí un xenófobo. 
* Me gustaría vivir con seguridad y ver a los delincuentes en la cárcel, lo que hace de mí un bastardo torturador.
* Creo que cada uno debería ser recompensado según sus méritos, lo que hace de mí un egoísta antisocial.
* Estoy orgulloso de ser español, lo que atenta contra la libertad y el derecho a decidir democráticamente de los pueblos oprimidos.
* He sido educado en valores y principios, lo cual hace de mí un carca que se opone al bienestar social.
* Creo que la defensa de mi país es cosa de todos los ciudadanos, lo cual hace de mí un militarista asesino.
Pues nada. He aquí una breve reseña de mi mala reputación...
Pero, al menos somos varios: el amigo que me ha enviado el mensaje, tú que lo recibes y yo.

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