Ahora ya tiene usted todos los nombres

Las grandes fortunas que dominan Rusia (y más cosas)

Elmanifiesto.com, sobre la base de los datos publicados por The Independent, ha venido ofreciendo a sus lectores, de la A a la Z, todos los nombres de los grandes oligarcas rusos, esos formidables millonarios que se hicieron de oro con el desmantelamiento de la vieja Unión Soviética y que ahora se mueven entre Londres, Tel-Aviv y Moscú. Sus relaciones con el Kremlin son ambiguas: a veces, enemigos; a veces, aliados. En todo caso, no se puede escribir la historia del poder en la Europa actual sin hablar de ellos. Hoy concluimos la enumeración de los oligarcas. Imprímalo y guárdelo; nunca se sabe. Un documento de enorme valor. Los nuevos millonarios rusos, de la A a la Z

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Curzio Malatesta
 
T de Tariko
 
Rustam Tariko es un magnate del vodka entusiasta de las obras de arte y las mujeres bellas, según The Independent. A sus 45 años, con una fortuna estimada en 3.682 millones de euros, ocupa el puesto 20º de la lista de millonarios rusos de Forbes y el 150º del mismo ranking a nivel mundial. La fuente de su fortuna es la compañía de vodka Russian Standard y el banco del mismo nombre. Tariko aparecía en los titulares de Mayo de 2006 como comprador del cuadro de Picasso Dora Maar au Chat, en Nueva York por la friolera de 78.640.000 euros; aunque poco después lo desmentía él mismo, aún no se sabe la identidad de dicho comprador. En el Foro Económico Ruso en Londres a principios de 2006 dijo que el ideal nacional ruso es el lujo. Por lo menos, lo es para él. Su perro, Dow Jones, lleva un collar de Louis Vuitton, va de vacaciones con él a Cerdeña y tiene su propia “canguro”. Nunca se ha casado, aunque tiene dos hijos de pasadas relaciones. Le gusta dejarse ver por los bares más prestigiosos de Moscú.
 
 
U de Usmanov
 
Alisher Burkhanovich Usmanov, según The Independent, es conocido en los círculos de negocios como “el hombre duro de Rusia”. Ocupa el 19º puesto de la lista de rusos de Forbes y el 142º en el ranking mundial de la misma, con una fortuna estimada de 3.751 millones de euros. En el 2004 compró, tras muchas dificultades, acciones en la acerería anglo-holandesa Corus, llevando a cabo una agresiva campaña para ganar un puesto en la junta directiva, aunque, al final, se retiró vendiendo sus acciones. Controla sus asuntos a través de un holding llamado Metalloinvest. En 1980 fue condenado por un tribunal militar junto a un socio, hijo de un cargo del KGB uzbeko, acusados de extorsión a un oficial del ejercito. Los padres de ambos perdieron sus empleos, en la fiscalía general del estado en Tashkent el de Usmanov, y en el KGB, el de su cómplice. Otra sentencia judicial de 2000 los rehabilitó a ambos concluyendo que los cargos fueron inventados. Ha dicho que sus acciones financieras fueron su primer amor. No sabemos qué pensará de esto último su esposa, Irina, una entrenadora olímpica de gimnasia rítmica de Uzbekistán, con la que tiene dos hijos. El año pasado compro el periódico Kommersant de un venido a menos Boris Berezovsky, dicen que por orden del Gobierno, con el que mantiene estrechos lazos. Es además uno de los accionistas del Arsenal F.C. y posee lujosas residencias en Inglaterra.
 
V de Vekselberg
 
Forbes coloca a Viktor Feliksovich Vekselberg en el 10º puesto de su lista rusa, y en el 61º de su clasificación mundial, con una fortuna estimada en 7.105 millones de euros. Segun The Independent, no importa cuánta riqueza acumule este magnate del metal y el petróleo, siempre será conocido como “el tipo que compró aquellos huevos Fabergé”. En el 2004, el considerado como uno de los más patriotas entre los rusos (pese a ser ucraniano, suponemos que The Independent se refiere a una especie de patriotismo soviético, para millonarios, claro), compró una colección de huevos de Pascua rusos de Fabergé, la segunda mas grande del mundo, por aproximadamente 35 millones de euros. Según sus propias palabras, quería devolverlos a la Madre Patria, para que el pueblo pudiese admirar su legado cultural. En Septiembre del año pasado, con el mismo propósito, pagó un millón de dólares (684.000 euros) para repatriar las históricas campanas del monasterio Danilov, que fueron salvadas por un millonario americano de ser fundidas por los bolcheviques, y permanecían en la Lowell House en Harvard.
Empezó en 1988 vendiendo ordenadores, antes de empezar un negocio con un compañero de colegio que había emigrado a los Estados Unidos. En 1994 dirigió la primera adquisición “no amistosa” de una compañía hecha en Rusia. El petróleo es la principal fuente de su riqueza. Es uno de los principales accionistas del la anglo-rusa TNK-BNP, de la que ya hemos hablado anteriormente. Según The Independent, es famoso por su relativamente sencillo estilo de vida, aunque tenga su propio jet privado. Está casado y tiene dos hijos.
 
W the only woman” en la lista
 
A sus 44 años, Yelena Nikolayevna Baturina es la única mujer en nuestra lista de poderosos rusos. Su marido es el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, con el que tiene dos hijas, y dicen que es el que la ha ayudado en su escalada. Con una fortuna estimada en 2.115 millones de euros, ocupa el 30º puesto en la lista rusa de Forbes y el 279º en el ranking mundial de la misma. La fuente de su riqueza es el gigante de la construcción moscovita, Inteko, compañía enteramente suya. Sus detractores alegan que la mano de su marido, el alcalde, le ha ayudado a embolsarse jugosos contratos durante el boom urbanístico de la ciudad los últimos 15 años.
 
X-Factor de Alekperov
 
Al magnate del petróleo ruso Vagit Alekperov no le podían encontrar un sitio en la Aque monopoliza Abramovich, pero aseguran que tiene el factor x (indefinible) del éxito, al igual que el propietario del Chelsea F.C. Ciertamente, no compartimos que el factor del éxito de estos señores sea indefinible. Con una fortuna estimada en 8.457 millones de euros ocupa el 8º puesto en la lista rusa de Forbes y el 48º del ranking mundial. Amasó su fortuna con el gigante del petróleo LUKOIL, la firma petrolera más grande de Rusia. Sus subordinados lo llaman “El General” debido al enorme poder y autoridad que ejerce como presidente de LUKOIL. Tiene 56 años y proviene de la región del oro negro soviético, Azerbaiján. Su padre trabajaba en los campos petrolíferos y él se graduó en el Instituto Químico y del Petróleo azerí. En los últimos días de la URRSS, Alekperov tuvo “la buena fortuna” de ser elegido Primer Viceministro para el Combustible y la Energía en Moscú. Su posición le permitió “promover” la fusión de los tres mayores productores de petróleo rusos. De ahí nació LUKOIL, de la que el asumió la presidencia. Está casado y tiene un hijo.
 
Y de Yakolev
 
A sus 41 años, con una fortuna estimada de 1.092 millones de euros, Igor Yakolev ocupa la 38ª posición en la lista de millonarios rusos de Forbes y el 618º puesto en su ranking mundial. Es el jefe de la rama rusa del minorista de productos electrónicos Dixons, tras unión de la empresa que el construyó, EL DORADO, con la cadena británica. Fundó su negocio junto con su hermano Oleg en 1994 y ha creado un imperio que abarca 1.000 tiendas en 713 ciudades en Rusia y Ucrania, además de 360 tiendas de telefonía móvil y más del 20% del mercado de productos electrónicos. Dixons le ha propuesto que se retire para el 2011 por 1.384 millones de euros. Este adicto al trabajo está divorciado y tiene un hijo. Su hermano Oleg se salió de la compañía abriendo la suya propia de productos infantiles y de maternidad, Banana-Mama, y una cadena de ópticas.
 
Z de Zingarevich
 
En los años 80, los hermanos Boris y Mikhail Zingarevich eran dos mal pagados mecánicos en una factoría del papel, dirigida por la burocracia soviética. La última estimación de su capital la tenemos de Forbes en el 2004, y es de 485 millones de euros. No lo suficiente para entrar en el ranking mundial pero si para estar en el Top 100 de los rusos. Ahora estos dos mecánicos de origen judío se sientan en la mesa de la junta directiva de la empresa de explotación forestal más grande de Rusia, Pasta de Papel Ilim, con base en San Petersburgo. Como los hermanos Barclay en el Reino Unido, son extremadamente discretos y evitan el contacto con los medios. Ambos tienen 47 años, pero no se sabe si son gemelos o mellizos. Tampoco se sabe si están casados o tienen hijos. Lo único que sabemos es que Boris es el más avezado en los negocios. Los dos fundaron la papelera Ilim en 1992 con otro socio, tras ir ascendiendo en la jerarquía de varias factorías del papel. Hoy Ilim es una de las madereras más grandes del mundo, y los hermanos poseen la mitad. Otros oligarcas han tratado sin éxito de quitarles el control de la compañía. En los últimos años los hermanos han delegado funciones para disfrutar del éxito conseguido.

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