Cuba: crece significativamente la influencia de los militares

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El papel directivo de altos grados militares en las más amplias esferas de la economía cubana está creciendo de forma sumamente significativa. El actual dictador cubano Raúl Castro emprendió hace ahora un mes una profunda reestructuración del gobierno, sustituyendo a una decena de ministros, entre ellos a figuras muy destacadas del partido y del gobierno. Causó especialmente enorme sensación y sorpresa. el cese de dos altos y destacados dirigentes: Lage y Pérez Roque. a los que habitualmente los comentaristas señalaban siempre como figuras indiscutibles. Lage era un  hombre de indudable peso político, y Pérez Roque alguien íntimamente ligado desde su juventud al hoy convaleciente Fidel Castro.

Esa destacada presencia de militares, impulsada decididamente por Raúl Castro, ha tenido su última confirmación en el nombramiento como viceministro de Economía y Planificación de uno de los arquitectos de un sistema diseñado para mejorar la eficiencia de las empresas militares, el coronel Armando Emilio Pérez Betancourt.

El “compañero” Pérez Betancourt, por utilizar la peculiar terminología del régimen, es coronel de las Fuerzas Armadas, y fue durante los últimos veinte años secretario ejecutivo del denominado Grupo de Perfeccionamiento Empresarial, un sistema ideado por el mismo Raúl Castro cuando era ministro de Defensa, con el fin de tratar de obtener una mayor eficiencia de las empresas militares. Ese sistema, inmerso en las actividades de Defensa y dirigido por generales y coroneles, parece haber dado un buen resultado dentro del conjunto de la economía cubana, marcando una diferencia en el rendimiento y eficacia con el resto de empresas.
 
Aunque la versión oficial es la de que la reestructuración emprendida busca hacer más compacto y funcional el sistema socialista, si se analiza detenidamente la política de Raúl Castro, éste aparece como un tiranozuelo bastante pragmático que intenta expandir al conjunto de la economía el modelo que desarrolló para las empresas militares que operan en el turismo, la agricultura y otros sectores.
 
Dichas empresas militares adoptaron modernas técnicas de administración y contabilidad, habiendo otorgado más autonomía a sus gerentes y vinculado los salarios a la productividad.
 
Pérez Betancourt es el último de una lista de militares de alto rango que Raúl Castro ha incorporado a funciones gubernamentales. De todo ello resulta que, en el momento actual, los ministerios de Interior, Agricultura , Industria Sideromecánica, entre otros, están en manos de generales.

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