Otro número excepcional de "Elementos" (el 53)

Miscelánea de autores de la Revolución Conservadora alemana

Vuelve la revista "Elementos", dirigida por Jesús Sebastián Llorente, a sorprendernos con otro número excepcional, con el que prosigue y concluye otra entrega suya en torno al fenómeno de la Revolución Conservadora alemana.

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Bajo la fórmula Konservative Revolution se engloban una serie de corrientes de pensamiento, cuyas figuras más destacadas fueron Oswald Spengler, Ernst Jünger, Martin Heidegger, Carl Schmitt y Moeller van den Bruck.  La denominación de la KR ha gozado de aceptación y arraigo, para abarcar a una serie de intelectuales alemanes “idiosincráticos” de la primera mitad del siglo XX, sin unidad organizativa ni homogeneidad ideológica, ni –mucho menos- adscripción política común, que alimentaron proyectos para una renovación cultural y espiritual de los auténticos valores contra los principios demoliberales de la República de Weimar, dentro de la dinámica de un proceso palingenésico que reclamaba un nuevo renacimiento alemán y europeo (una re-generación).
Según Giorgio Locchi la Konservative Revolution nunca presentó un aspecto unitario o monolítico y «acabó por perfilar mil direcciones aparentemente divergentes», contradictorias incluso, antagónicas en otras ocasiones. Aunque sus principales actitudes ideológicas –o mejor, de rechazos- son, precisamente, el único vínculo de asociación entre todos ellos. Esas diferencias llevaron a uno de los grandes estudiosos de la KR, Stefan Breuer, a considerar que realmente no existió y que tal concepto debe ser eliminado de la historia de los movimientos político-ideológicos. Afirmación sobre la que tendría mucho que opinar el maestro Armin Mohler. Pero, como afirma Louis Dupeux, la Revolución Conservadora fue, de hecho, la ideología dominante en Alemania durante el período de Weimar.
De ahí que, además de los autores más representativos que se han citado, también podemos encontrarnos personajes tan diversos como el primer Thomas Mann, Friedrich Georg Jünger, Ernst von Salomon, Alfred Bäumler, Stefan Georg, Hugo von Hofmanssthal, Edgar J. Jung, Jacob von Uexküll, Hans F.K. Günther, Werner Sombart, Gustav Kossinna, Hans Blüher, Gottfried Benn, Friedrich Reck, Otto Strasser, Max Scheler y Ludwig Klages. Todos ellos dispersados en torno a una red de asociaciones diversas, sociedades de pensamiento, círculos literarios, organizaciones semi-clandestinas, ligas juveniles, grupúsculos políticos, en la mayoría de las ocasiones sin conexión alguna (excepto el archivo de Nietzsche), pero con una vocación común: un intelectualismo excesivamente elitista que implicó, primero, un descrédito popular y, finalmente, una dolorosa derrota (o mejor, claudicación) ante la fastuosidad y la grandilocuencia de un movimiento totalitario de masas como el nacionalsocialismo.

En el número 42 de la revista electrónica ELEMENTOS  de Metapolítica para una Civilización Europea ya se adelantó una primera miscelánea de estos autores secundarios (no por su menor importancia, sino por su no-protagonismo meidiático) en la Konservative Revolution. Para completar este cuadro, el nuevo número 53 recoge artículos como “Gottfried Benn. El doloroso calvario de un inconformista descreído”, por Alain de Benoist; “Consideraciones de un apolítico, de Thomas Mann”, por Nicolás González Varela; “Friedrich Reck, el solitario elitista”, por Christine Zeile; “Edgar J. Jung, la ambigüedad de la Revolución Conservadora”, por Jean-Pierre Faye; “El vitalismo e historicismo de Ludwig Klages”, por César Águila Cázarez. Un cuadro que nos dará una visión pluridimensional de la rica diversidad inherente a la Konservative Revolution. 

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