El izquierdismo, desde épocas paleomarxistas, tiene una obsesión: la igualdad, y me refiero a la igualdad efectiva de los individuos en la esfera económica.
No aparecen en la ley de "Memoria democrática" ni una sola vez las palabras 'Frente Popular', 'comunismo', 'socialismo' o 'anarquismo', que eran las formaciones e ideologías a las que derrotó el franquismo.